Islamabad — Un atentado suicida sacudió hoy la capital de Pakistán cuando un atacante detonó explosivos frente a un edificio judicial en la zona de G-11, dejando un saldo de 12 personas fallecidas y al menos 27 heridas, según informó el ministro del Interior, Mohsin Naqvi.
De acuerdo con el reporte oficial, el agresor esperó aproximadamente entre 10 y 15 minutos cerca del acceso al tribunal, luego intentó ingresar y, al no lograrlo, detono su artefacto junto a un vehículo policial estacionado.
Tras la explosión, se registraron escenas de caos en el lugar, con vehículos dañados, humo visible y víctimas que yacían en el suelo mientras los servicios de emergencia se movilizaban.
El organismo de seguridad señala que el acto podría estar vinculado a un resurgimiento de la violencia insurgente en el país, en particular al accionar del Tehrik‑e Taliban Pakistan (TTP) o de una escisión del mismo, aunque por ahora la autoría aún está bajo investigación.
El primer ministro de Pakistán ha condenado el hecho calificándolo de “reprobable” y ha prometido que los responsables serán llevados ante la justicia. Mientras tanto, el ministro de Defensa, Khawaja Asif, advirtió que esta ofensiva representa un “llamado de atención” que eleva al país a un estado de alerta máxima.