El presidente del Congreso encargado, Fernando Rospigliosi, se pronunció con firmeza sobre el caso que involucra a la congresista Lucinda Vásquez, calificando los hechos como “repudiables” y exigiendo que la Comisión de Ética actúe con celeridad y contundencia.
“Espero que Ética tome las medidas necesarias para sancionar este tipo de conductas que dañan la imagen del Parlamento y socavan la confianza ciudadana”, declaró Rospigliosi, visiblemente indignado por las recientes revelaciones que comprometen la integridad de la legisladora.
El caso ha generado una ola de críticas tanto dentro como fuera del Congreso, y ha reavivado el debate sobre la necesidad de reforzar los mecanismos de control y transparencia en el ejercicio parlamentario. Desde el Legislativo, diversas voces han coincidido en que no se puede tolerar ningún acto que comprometa la ética pública.
Rospigliosi reiteró que el Congreso no puede ser cómplice del silencio ni de la impunidad, y que la ciudadanía espera respuestas claras y sanciones ejemplares.